domingo, 18 de noviembre de 2012

Cómo negociar con los hijos un horario de regreso a casa


Artículo aparecido en ABC 

Las salidas con los amigos y la hora de llegada a casa son los primeros reclamos de independencia de la adolescencia, una etapa clave que se extiende de los 12 a los 18 años. Es entonces cuando suelen surgir los primeros roces en la familia. En ambos casos se pueden alcanzar acuerdos entre padres e hijos, pero a los chicos no hay que dejarlos campar a sus anchas. «Los límites deben seguir vigentes. No tenerlos les crea más ansiedad», afirma Francisco Saborido, jefe del equipo de Familia de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD). 

Ante esos primeros reclamos hay que empezar a actuar. «Entre los 15 y 17 años es una edad difícil, muestran mayor afán de independencia y rebeldía», asegura Gerardo Castillo, profesor del departamento de Educación de la Universidad de Navarra. Todo comienza un poco antes. «Sobre los 14 añosya solicitan un espacio para ellos. Quieren ir a la bolera o al cine con sus amigos», dice Ángel Peralbo, psicólogo y autor del libro «El adolescente indomable». Y en esas primeras salidas, como en las que vendrán después, establecer un horario de llegada a casa garantiza la tranquilidad familiar. 

El trabajo corresponde a los padres. Hay que concretar un horarioacorde con las actividades del hijo (estudios, deporte..) y con un estilo de vida saludable; comunicárselo en el momento oportuno(no cuando esté enfadado), y ser conscientes de las consecuenciasy hasta dónde vamos a negociar con él. El horario se adaptará a su edad y madurez (hay chavales que basta con sugerirles una hora de llegada). Y además tener en cuenta las circunstancias espaciales(transportes, lugar de residencia). Estos son algunos consejos para lograrlo: 

¿A qué edad comienzo a negociar un horario? Sobre los 14-15 años ya están preparados 

A esa edad se les debe exigir que cumplan con una dinámica familiar y a cambio se les respeta las nuevas experiencias. Los pactos deben ser serios y claros, e incluso escribirlos en un documento, explicando las consecuencias de no cumplirlo. Así no hay lugar para ambigüedades. No se negocia minutos antes de salir, ni durante una discusión ni cuando haya habido un conflicto reciente que no se haya resuelto. Como orientación: con 14 años, a las 21,30 horas en casa (de forma excepcional, a las once); a los 16, a las 22,30 h (a la 1 de la madrugada), y con 18 a las 24 horas (a las 3 o 4 de la madrugada). 

¿Cómo actuar si llega veinte minutos tarde? Todo tiene sus consecuencias 

Hay que escuchar sus explicaciones, pero estas no le eximen de su retraso. Los adolescentes se despistan de la hora muchas veces, otras veces intentan arañar unos minutos más. Al día siguiente, debe entender que todo tiene sus consecuencias. Por tanto, en la próxima salida debe llegar antes. Si los retrasos son reiterados: no dejarle salir el fin de semana siguiente. 

¿Se puede ser flexible? Hay excepciones, pero que no se conviertan en rutina 

Los horarios son estables. De forma muy excepcional, ante un acontecimiento importante, como un cumpleaños, el horario se puede flexibilizar. Pero hay que tener cuidado, porque los chavales intentan convencernos de que cada fin de semana hay una celebración importante. Las excepciones no son rutina. 

Si nunca respeta su hora, ¿qué hacer? Plantear nuevos retos 

Esa conducta se ha ido fraguando poco a poco. Los padres deben preguntarse por qué, ya que quizá hayan cometido fallos. Por ejemplo: fueron cediendo por falta de fortaleza o por comodidad. El problema no se resuelve en un día. Hay que dialogar con el hijo con argumentos y proponerle el reto de regresar poco a poco al horario inicial, ganando media hora cada noche. Si no funciona: obligarle a levantarse al día siguiente a la hora que debe para dejar libre su habitación. Si solo duerme cuatro horas, se lo pensará mejor. 

¿Qué tener en cuenta cuando salga de casa? Con quién va, a dónde y cuánto va gastar 

No hay que perder de vista ninguno de esos datos, que nos facilitarán nuestros propios hijos. Hay que ganarse su confianza. Una manera de estar tranquilos es conociendo a sus amigos, los sitios que frecuenta el grupo, saber en qué ambientes se mueven... Eso ayudará a los padres a conocer los problemas que se pueden encontrar. Un capítulo también importante es el dinero que gastan, hay que limitárselo para que aprendan a valorarlo y no se conviertan en personas consumistas. 

¿Puedo llamarle al móvil para saber dónde está? Los padres deben controlar a los hijos, pero ellos no deben sentirse controlados 

Los adolescentes se deben responsabilizar de llamar a los padres, por tanto hay que evitar hacerles la típica llamada de teléfono preguntando dónde está y con quién. Los chicos tienen que sentir que controlan sus nuevas experiencias. Si han llegado a la hora y en buenas condiciones durante un tiempo, tampoco es necesario fiscalizar porque sienten que no tienen libertad. 

¿Debo pedirle los teléfonos de los amigos y de sus padres? Sí, los chicos son vulnerables y corren riesgos 

Imprescindible. No solo como medida de seguridad, sino también porque muchos intentarán dormir en casa de otro amigo, y eso hay que comprobarlo. Incluso es importante hablar con los padres de los amigos de nuestro hijo y fijar una hora de regreso a casa para todo el grupo. Los chicos siempre nos dirán que sus amigos llegan más tarde. Y es problable que sea mentira. 

¿Cómo alcanzar un acuerdo? Dialogar y escuchar con paciencia 

No se debe buscar un diálogo entre iguales. Conviene llegar a un acuerdo, pero no por consenso. La cuestión no es evitar un conflicto por la vía fácil, sino dar criterio, educar. La participación de los hijos (su opinión) unida a las respuestas respetuosas de unos padres que les hacen pensar, les ayudará a entender la conveniencia de un horario. Pueden servir argumentos como: una casa no es un hotel y un horario no es una limitación de libertad, sino un medio para facilitar la convivencia. 

¿Le recuerdo que no se suba a un coche si el conductor ha bebido? Evitar los mensajes de última hora 

Esa insistencia momentos antes de que se marche resulta contraproducente. Esos mensajes de advertencia (no conduzcas si bebes, ten cuidado con las drogas...) hay que introducirlos en la comunicación con los hijos de forma más didáctica y natural, por ejemplo, al hablar de terceros o de una noticia. 

sábado, 10 de noviembre de 2012

25 de noviembre


VIOLENCIA DE GÉNERO 

En 1975, Naciones Unidas fue el primer organismo que señaló la gravedad de la violencia ejercida contra las mujeres. 

En 1980 se reconoció que la violencia contra las mujeres es el crimen encubierto más frecuente en el mundo. En 1993 la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos reconoció los derechos de las mujeres como derechos humanos y, en consecuencia, definió el uso de la violencia como una violación de tales derechos. La violencia sexual es la violencia que ataca los derechos fundamentales, la libertad individual y la integridad física de las mujeres. 
La Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, aprobó la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra las mujeres que en su artículo primero define la violencia contra las mujeres como aquella basada en el sexo y dirigida contra la mujer porque es mujer o que le afecta de forma despreocupada. Se incluyen actos que infligen daño o sufrimiento de índole físico, mental o sexual, incluidas las amenazas de tales actos, la coerción o las privaciones arbitrarias de libertad, ya ocurran en la vida pública o en la privada. 

En España, la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, define la violencia de género como todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad (artículo 1). La violencia ejercida contra las mujeres por el mero hecho de ser mujeres es el símbolo más brutal y evidente de la desigualdad, existente en nuestra sociedad, entre hombres y mujeres. 

La violencia de género es un problema estructural, no tiene que ver con situaciones aisladas de violencia sino que un factor de riesgo, para ser víctima de este tipo de violencia, es ser mujer, independientemente del nivel social, económico o educativo. Es una violencia producto de un sistema social, económico e ideológico que ofrece oportunidades desiguales a mujeres y hombres. Esto supone para las mujeres una destribución desigual de los recursos, menores oportunidades para las mujeres y menor presencia de ellas en los espacios de toma de decisiones. 

La violencia de género no es casual y sustenta las relaciones de poder patriarcales y la situación de desigualdad entre hombres y mujeres que se deriva de ellas. 

Campaña Contra Violencia de Género

Habla

Cortometraje / Violencia de género / Violencia en el noviazgo - Producci...

martes, 6 de noviembre de 2012

Errores que deben evitar los padres al educar a sus hijos



Dicen que la profesión de ser padres es una de las más difíciles y, desde luego, que la mayoría de aquellos que lo son, así lo confirman. Los primerizos argumentan los quebraderos de cabeza, las dudas y el gran esfuerzo que supone para que desde el momento del nacimiento se consiga que el pequeño, coma, no llore, duerma, no sufra con los cólicos del lactante, sepa más adelante cómo abordar el momento paso a la papilla, los sólidos... pero nada con lo todo que vendrá después. 

Educar a un hijo correctamente es más difícil hoy que ayer, según apuntan las autoridades en la materia. Los niños viven actualmente muy expuestos al entorno que les rodea, muy influenciado por las nuevas tecnologías. El ordenador, las videoconsolas, la televisión, Internet... hacen que los niños sean continuamente receptores de información —en muchos casos indebida por no ser apropiada a su edad— que, sin duda, condiciona su forma de percibir la realidad y su desarrollo como personas. 

Según explica María Jesús Álava Reyes en «La psicología que nos ayuda a vivir» —de la Enciclopedia para superar las dificultades del día a día—, muchos padres sienten que han perdido el protagonismo en la educación de sus hijos y que les resulta imposible luchar contra la influencia exterior. «Los niños necesitan amor, dedicación, tiempo, paciencia, seguridad y nuestro objetivo debe ser proporcionárselo. De esta forma, favoreceremos su desarrollo dándoles lo que necesitan, señalándoles los aspectos clave en cada una de las etapas, con orientaciones claras y precisas». 

Pero para una correcta educación también es importante saber qué es lo que no hay que hacer. Por ello, la autora y directora del Centro de Psicología Álava Reyes, enumera los errores más frecuentes que cometen y deben evitar los padres

—Intentar ser colegas en lugar de padres. Los niños necesitan situarse para situarnos. Los adultos ocupan un papel fundamental en sus vidas: el de adultos, y pocas cosas confunden tanto como ver a un adulto actuando como un niño. 

—Intentar «comprarlos» haciendo de bueno o poniéndonos siempre de su parte. En un principio es la postura más cómoda, aunque tarde o temprano, se vuelve en contra de quien la ejerce. 

—Protegerlos en exceso, hacer que el mundo gire en torno suyo. Debemos estar a su lado, pero para ayudarles no para asfixiarlos. Los niños deben vivir sus propias crisis y serán estas las que les permitan generar sus propios recursos, sus propias habilidades, sus propias salidas. 

—Pretender razonar en medio de una discusión, o tratar de imponer en lugar de sugerir. 

—Mostrar impaciencia, meter prisa, transmitir tensión. 

—Sacrificar constantemente a los otros hermanos o miembros de la familia. 

—Cerrar los ojos: negar lo evidente y pensar que los otros exageran. 

—Favorecer el consumismo. Darles desde pequeños todo lo que piden. De esa forma empiezan a no darle valor a las cosas y terminan por no dárselo a las personas. 

—Educar en el resentimiento, en la intolerancia, en la falta de generosidad y en la ausencia de valores. 
Reglas de oro 

—Los discursos en las situaciones conflictivas sirven de poco. Los niños no reaccionan ante nuestras palabras, sino ante nuestros hechos. Los discursos les aburren, les sobrepasan, provocan enfrentamientos estériles. 

—Hay que unificar criterios y actuar con seguridad. 

—A veces tendremos que asumir papeles incómodos, poco populares. 

—No podemos sucumbir en las situaciones de crisis. 

—Debemos callar cuando el otro necesite hablar. 

—Hay que elegir el lugar apropiado, el momento adecuado y el mensaje idóneo. 

—Tenemos que transmitir ilusión, entusiasmo, porque si perdemos la esperanza, ¿qué nos queda? 

—Si el problema nos sobrepasa, acudiremos a un buen profesional, que lo analice con el rigor necesario y ponga un programa de actuación racional, razonable y alcanzable. 

domingo, 14 de octubre de 2012

Tres pautas básicas para rendir estudiando


Artículo que aparece en el periódico ABC

El éxito escolar nace en la familia, según los expertos

¿Qué podemos hacer desde la familia para luchar contra los malos resultados de los alumnos españoles en el Informe Pisa? Mucho. Aunque debería ser una combinación ideal de esfuerzos entre la familia, el niño y la escuela, la actitud de los padres es más importante en las notas de los hijos de lo que en un principio pueda parecer. Esa es la idea que Yolanda Cardona trabaja en su libro «¿Quién educa a mi hijo?», y del cual extraemos las siguientes pautas de estudio para ayudar a nuestros hijos a rendir mejor en los estudios:

1. HACER AGRADABLE EL ESTUDIO: Esto significa animarlos con comentarios como: « ¿Qué toca hoy?, si puedo te echo una mano...», «no tendrás interrupciones», «aprovecha ahora que tienes el ordenador libre por si has de buscar algo por Internet...». Nunca haremos comentarios que desprestigien la autoridad del profesor como, por ejemplo, «esos profesores te ponen demasiados deberes», o bien que preocupen a nuestro estudiante: « ¡Mira cómo trabajan tus padres para pagarte un buen colegio!». Si ha de realizar algún trabajo, procuraremos que nuestro hijo no sea adicto al cortar y pegar, sino que la lectura sea instructiva y sirva para adquirir conocimientos. «Aunque los estudiantes que leen ficción tienen más probabilidades de lograr una puntuación alta, son los estudiantes que leen una gran variedad de materiales los que consiguen hacerlo realmente bien», dice textualmente el informe PISA. Es un consuelo saber que el fracaso escolar no se debe a la utilización que hacen de las redes sociales; sin embargo, conviene que en casa establezcamos un horario para la comunicación en la red con sus amigos, que sea distinto del tiempo de estudio, igual que hacemos con alguna actividad extraescolar y con algún deporte que practique.

2. DISPONER DE UN ESPACIO ADECUADO: Hay que intentar disponer de un espacio en el hogar para el estudio de nuestros hijos, que siempre sea el mismo. Sin música, sin ruidos, sin iluminación; a la vez, como cada uno es diferente, debemos distinguir al que sabe estar concentrado durante mucho tiempo del que necesita hacer pausas de descanso y reanudar los deberes o el estudio. En las familias con pisos pequeños, se puede arreglar un espacio para estudiar, aunque sea la mesa de la cocina o del comedor, con la única condición de establecer un horario par ano tener que cenar con los libros ocupando la mesa. Para no dispersarlos, no podemos interrumpirlos a cada momento. Lo que sí podemos hacer es preguntarles lo que han memorizado; de esa forma sabremos si han aprendido a resumir y sintetizar, y si han reflexionado sobre lo que están estudiando. Sería ideal que no tuvieran el ordenador abierto mientras estudian, a no ser que estén buscando en la red algún documento relacionado con el estudio. Cuando nuestro hijo lee detenidamente, aprende. Concentrarse en el estudio es una tarea que los padres tenemos que facilitar. Nuestro hijo necesita su rincón.

3. APOYAR A LOS PROFESORES. Escuchemos y secundemos lo que nos dicen los profesores sobre nuestro hijo. Si no supiéramos la versión del colegio podríamos dejar de lado a aquel hijo o hija que, con más dificultades, necesita más tiempo para aprender y, por tanto, más atención de nuestra parte y —en caso necesario—, de profesores o especialistas del lenguaje; incluso puede suceder que otro con más facilidad para estudiar se convierta en perezoso por no realizar ningún esfuerzo.


miércoles, 10 de octubre de 2012

La fórmula del éxito



Éxito escolar = Capacidad + Interés + Técnicas de estudio + Tiempo empleado +Persistencia + Autoconfianza
(Bernabé Tierno)

Aclaremos algunos términos


Abuso:
1.- Maltrato físico o psicológico a una persona o animal.
2.- Una práctica o uso ilegal, inapropiado o perjudicial de alguna cosa.
3.- Insultar o utilizar lenguaje ofensivo.
Discriminación:
Trato injusto de una persona; acción basada en el prejuicio.
Violencia doméstica:
Violencia física entre miembros de una familia, especialmente entre esposos.
Cultura:
1.- Creencias, costumbres, prácticas y comportamiento social de una nación o pueblo.
2.- Grupo de personas identificadas por las creencias y prácticas comunes que las ubican en el lugar, la clase social y la época a la que pertenecen; por ejemplo los esquimales.
3.- Serie de actitudes que caracterizan a un grupo de personas.
4.- Desarrollo de una habilidad o pericia a través de la formación o la educación.
Exclusión:
1.- Acto de excluir alguna cosa o a alguien.
2.- Condición de ser excluido, especialmente de la sociedad en general y de sus ventajas.
Explotación:
Hecho de aprovecharse de una persona o situación, de manera injusta o no ética, por intereses personales.
Analfabeto:
Incapaz de leer ni escribir.
Género:
El género es un concepto que da a entender el hecho que, la mayoría de veces, las distinciones sociales entre niños y niñas, tales como la posición que ocupan, el papel que juegan y su estatus social, son producto de la sociedad. El género se distingue del sexo, el cual se determina biológicamente.
Prejuicio:
1.- Opinión formada de antemano, especialmente aquella desfavorable basada en hechos inadecuados.
2.- Acción o condición de tener estas opiniones.
3.- Intolerancia o desagrado hacia gente de una raza, religión... determinados.
Estereotipo:
Serie de generalizaciones no precisas y simplistas relativas a un grupo, que permiten darle una categoría y tratarlo en consecuencia.
Violar:
1.- Romper, ignorar o infringir (una ley, un acuerdo).
2.- Violar o asaltar sexualmente.
3.- Molestar de manera maleducada o inapropiada.
4.- Tratar de forma irrespetuosa o irreverente.

domingo, 7 de octubre de 2012

Para tener éxito en tus estudios


Los estudiantes que triunfan tienen buenos hábitos de estudio. Ellos aplican estos hábitos a todas sus clases.

Los Estudiantes Exitosos:
     1.   Tratan de no estudiar demasiado cada vez.
Si tratas de estudiar demasiado cada vez, te cansarás y tu estudio no será muy efectivo. Distribuye el trabajo que tienes que hacer en periodos cortos. Si tomas descansos breves, podrás restaurar tu energía mental.

2.  Planifican horarios específicos para el estudio.
El tiempo de estudio es cualquier tiempo en el que se haga algo relacionado con el trabajo escolar. Puede ser completar lecturas asignadas, trabajar en una asignatura o proyecto, o estudiar para un examen. Programa horarios específicos a lo largo de la semana para tu tiempo de estudio.

3.  Tratan de estudiar a las mismas horas cada día.
Si estudias a las mismas horas cada día, establecerás una rutina que se transforma en una parte habitual de tu vida, como comer o dormir. Cuando llega la hora programada de estudio del día, estarás mentalmente preparado para empezar a estudiar.

4.   Se fijan metas específicas para sus horarios de estudio.
Las metas te ayudan a mantenerte enfocado y controlar tu progreso. Simplemente sentarte a estudiar tiene poco valor. Deberás tener muy claro lo que deseas lograr durante tus horarios de estudio.

5.   Empiezan a estudiar en los horarios programados.
El retraso en iniciar el estudio se llama "dejar las cosas para más tarde." Si dejas las cosas para más tarde por cualquier razón, encontrarás que es difícil terminar las cosas cuando necesites hacerlo. Puedes tener que apurarte para compensar por el tiempo que perddiste al inicio, lo cual puede traer como resultado trabajo negligente y errores.

6.  Trabajan primero en la asignatura que encuentran más difícil.
Tu asignatura más difícil va a requerir de tu mayor esfuerzo. Inicia con la asignatura más difícil puesto que es cuando tienes mucha más energía mental.

7. Repasan sus notas antes de comenzar una asignatura.
El repasar tus notas te puede ayudar a asegurarte que estás llevando a cabo correctamente la asignatura. Además, tus notas pueden incluir información que te pueden ayudar a completar el trabajo.

8. Les dicen a sus amigos que no los llamen durante sus horas de estudio.
Apaga tu móvil durante tus horas de estudio.

9. Llaman a un compañero/a cuando tienen dificultad con una asignatura.  (Si fuera necesario)
Este es un caso donde "dos cabezas piensan mejor que una."

10. Repasan su trabajo escolar el fin de semana.
Sí, los fines de semana deberían ser un tiempo para divertirse. Pero también hay tiempo para repasar algo. Esto te ayudará a estar listo a iniciar el lunes por la mañana, cuando empieces otra semana escolar.

Lo que no tienes que hacer


LOS 5 ERRORES MÁS GRAVES QUE COMETEMOS AL ESTUDIAR


El desconocimiento de técnicas eficientes para estudiar nos lleva a cometer serios errores, cuyo resultado la gran mayoría de las veces es una mala calificación. Aquí te presento los cinco errores más graves.

1. Intentar aprender todo un día antes del examen. Este grave error lo cometen aquellos alumnos que por lo general no estudian nada, hasta que tienen encima las fechas de exámenes. El problema es que tienen que estudiar en un día los temas que se vieron durante varios meses de clase.

2. Intentar memorizar el contenido de los libros, sin comprender. Lo importante es entender lo que el autor trata de decirnos y ser capaces de explicarlo con nuestras propias palabras.

3. Estudiar acostado. En la cama, hamaca o sofá, lo más seguro es que te quedes dormido a los 15 minutos. 

4. Faltar o no prestar atención a la clase. ¿Sabías que prestar atención y tomar notas durante la clase hace que tu capacidad retentiva aumente hasta en un 75 por ciento? Este será uno de los primeros pasos del método de estudio que aquí te propongo.

5. Estudiar escuchando música a todo volumen. Esta es una práctica bastante arraigada en los jóvenes, estudiar escuchando a tu grupo favorito. Sin embargo, los expertos opinan que lo mejor es estudiar en silencio.

Hábitos de Estudio


¿Qué son los hábitos? 


Un hábito es cualquier acto adquirido por la experiencia y realizado regular y automáticamente. Es una práctica o costumbre que realizas con frecuencia. Los antiguos filósofos decían que el hábito es una "segunda naturaleza"; eso significa que la naturaleza del hombre se enriquece o empobrece, se perfecciona o se denigra, con el hábito.

Hay hábitos malos y buenos


Como ejemplo de hábitos malos podríamos mencionar el hecho de fumar, comerse las uñas, hablar demasiado (sin escuchar), dejar todo para después o echarle la culpa a los demás. Date cuenta y verás que las personas que tienen estos hábitos lo hacen todo el tiempo. Ejemplo de hábitos buenos son la puntualidad, la responsabilidad, el orden y la limpieza.
Los buenos hábitos serán la clave del éxito en todas las áreas de tu vida. Hoy los puedes aplicar como estudiante pero el día de mañana también te servirán como trabajador, profesional, empresario o padre de familia. Si deseas tener éxito, lo podrás lograr llenándote de buenos hábitos que te encaminen hacia ese objetivo.

Buenos hábitos de estudio 


Podríamos hacer una lista inmensa que contenga todos los hábitos de estudio recomendados por expertos en la materia, pero mejor vamos a concentrarnos en 5 hábitos que serán el comienzo de tu nueva vida como estudiante y que harán la diferencia entre el alumno que eras antes y el que serás a partir de ahora. Solamente te recuerdo que no bastará con que los conozcas, ya que deberás ponerlos en práctica todos los días hasta lograr arraigarlos.
Los hábitos se adquieren a través de la repetición constante de los actos. 

1. Organiza tu tiempo, elaborando un plan de actividades diarias.

2. Presta atención durante la clase y toma nota de lo más importante (ojo, no se trata de intentar copiar todo lo que diga). 

3. Estudia todos los días, de preferencia a la misma hora y en el mismo lugar.

4. Utiliza alguna técnica para estudiar (aquí conocerás varias). 

5. Ten siempre una actitud positiva ante la vida, incluso ante los problemas (con eso vencerás los malos hábitos del miedo, el desaliento y la derrota).

Hay que dar ejemplo

Lo que los padres deben saber...

          ORIENTACIONES PARA PADRES CON HIJOS ADOLESCENTES 

(12-16) 

Sus hijos están ya en la adolescencia. Esta etapa supone un paso importante entre la niñez y el mundo adulto. Muchos padres cuando llega la adolescencia se encuentran con un niño/a que ha dejado de serlo y no saben como actuar ante: muestras de inconformismo, desobediencia, actitudes de salirse con la suya, engañar un a los padres ocultando cosas, no hacerles caso y hacer mucho más caso a los amigos/as, problemas con la ropa, salir por la noche, salir con chicos/as etc. 

Para empezar a trabajar con un adolescente debéis partir de dos elementos: cómo es vuestro hijo/a y cómo actúan los adolescentes. Todos los aspectos que he destacado al principio son frecuentes y normales, siempre que no sean exagerados, por ejemplo... que se enfaden frecuentemente con los padres, porque no les dejamos hacer alguna actividad, es normal, pero si se enfada con insultos o mucha agresividad ya no es tan normal. Una reacción así puede nacer, por ejemplo, por haber estado muy consentido/a o sobreprotegido (ha hecho un poco lo que le ha dado la gana) o que vosotros (padres) sois muy duros y no le dejáis hacer casi nada. 

El adolescente busca seguridad en su pandilla, aunque estas son todavía poco estables. Necesita menos afecto de los padres (pero si apoyo y comprensión) y busca su independencia... en este camino el chaval/a debe aceptar la autoridad paterna, pero debemos dialogar y negociar más que antes (ya no sirve eso de “porque lo mando yo”). También debemos hacer entender al joven cuando sus razonamientos son sensatos y cuando no (no es fácil, pues sólo piensan en el presente). 

En este momento de la vida del joven, las madres y los padres se pueden ver desbordados, así que necesitaréis mucha ayuda mutua. Si el padre (o madre) no ha estado muy implicado en la labor educativa, su presencia "sólo" para controlar, puede provocar actitudes de rechazo del adolescente. Por eso, madre y padre deben ponerse de acuerdo en su estilo de educar (normas y límites del hogar). Los padres deben apoyarse y razonar lo que pasa con el hijo/a... la madre suele ser más contemporizadora y el padre más duro... pero la idea o norma debe ser la misma. Por ejemplo, "si debe venir a casa a las 10 de la noche, se debe cumplir... si hay una fiesta especial se puede decidir que venga a las 11", pero esta decisión debe ser hablada. Si se cambia mucho de opinión o cada uno le dice una cosa, se irrita innecesariamente a los chicos. Con la edad, hay que ir cambiando esas normas, dado que lo importante es que los chavales tengan su propio autocontrol. 

La prioridad de los padres debe ser: buscar que el adolescente sea RESPONSABLE de sus estudios (amigos y ocio) cada vez más y que cumpla los acuerdos y normas familiares (que debe conocer bien)... para que poco a poco sea él, el que se controle y organice (empezando por su cuarto, estudios, paga semanal, horarios de entrada y salida etc.). 

Las muchas solicitudes o demandas de su hijo/a deben ser filtradas por dos factores: ser razonables y justas, en relación a su edad y a su responsabilidad. Rechazar presiones o chantajes y no dar falsas esperanzas... se puede negociar y llegar acuerdos pero estos deben ser totalmente cumplidos. Tampoco debemos hacerles chantajes afectivos (ej. No decir a su hijo/a: "cómo me haces esto a mí, con lo que yo te quiero"). 

Querer a un hijo/a adolescente ya no debe basarse sólo en besos y abrazos, sino en dialogo y aprecio por lo que el joven piensa y hace. Educar es más que querer, aunque a veces el chico/a no entienda nuestras razones y se enfade. 

El amor debe ir unido al respeto, no se debe perder el respeto a un hijo/a, pero tampoco permitir que él/ella nos pierda el respeto. No se gana nada con los gritos y reproches. Cuando vuestro hijo/a se empiece a ponerse tonto, se le dice lo que debe hacer y uno se va de la habitación donde se esté con él, no le enseñemos a “dialogar” a gritos. 

Un adolescente necesita limites, más amplios y flexibles pero igualmente claros que cuando era un niño/a. Negociar no es malo, siempre que el chaval acepte los acuerdos y no se los salte. Debemos valorar su responsabilidad y premiarla. Si se pasa, debe ser castigado, normalmente con el "dinero y el tiempo en la calle", pero nunca quitarle todo, sino una parte de la paga o el tiempo de amigos o juegos (para que realmente valore el castigo). No castigar con tener que estudiar más horas (no lo hará), ni premiar con regalos por las notas; estudiar es su obligación y una parte de su futuro, él/ella debe valorar su importancia. Los premios y regalos deben basarse en la madurez y esfuerzos que realiza en su comportamiento en general. 

ALGUNAS ORIENTACIONES PARA MEJORAR LAS RELACIONES CON SU HIJO/A: 

1.- Hay que explicar las razones que tenemos para oponernos a algo o castigarlos.

2.- Debemos escuchar cuidadosamente antes de decidir sobre lo que nos piden.

3.- Debemos seguir preparándolos en los hábitos domésticos (limpiar, fregar...) y rutinas personales (higiene personal y de su cuarto).

4.-Analizar más QUÉ hace, que POR QUÉ lo hace... siempre nos preguntamos por qué, pero a veces las respuestas no son fáciles... es mejor saber qué hace el joven para apoyar o desalentar una conducta concreta.

5.- Debemos ser positivos, hacer que la responsabilidad que le pedimos sea sinónimo de educación, sensibilidad, organización y sensatez.

6.-Debemos elogiar más que castigar.

7.- Sea prudente, pero sobre todo, constante, no se rinda fácilmente.

8.- Formule sus peticiones de forma CLARA, FIRME Y SEGURA. Los adolescentes suelen cebarse con los padres demasiado inseguros. Cuando su hijo/a no quiera hablar pregúntele ¿Cuándo podrán hablar con él/ella? No le obliguemos.

9.- Evite caer en comentarios hirientes o irónicos. No dé importancia a esos comentarios de su hijo/a, a no ser que sean graves.

10.- Si se ha equivocado reconózcalo rápidamente y sin tapujos.

11.- Evite desacuerdos con su pareja delante de los adolescentes.

12.- Dígale a su hijo/a exactamente lo que debe hacer y lo que no, cuando le pedimos algo.

13.- Delegue en él/ella responsabilidades de la casa.

14.- Haga que el adolescente participe en las discusiones o reflexiones familiares.

15.- Hable a su hijo/a adolescente de cómo se siente ante los sucesos de la vida, de sus preocupaciones y de cómo les van las cosas.

16.-Evite poner etiquetas a sus hijos (“mi hijo es un/a .........”)

17.- No deje de exigirle en aspectos morales o sociales.

18.- Valore la escuela y su esfuerzo, no sólo en el aspecto de notas o por aprobar, sino como medio para aprender para la vida.

19.- Valore en su hijo/a la idea del compromiso.

20.- Anime a su hijo al pacto y la reflexión sobre: horarios, actividades, paga, regalos, tiempo de TV, ocio...

21.- Debemos estar atentos a los cambios bruscos. Todo cambio fuerte tiene una causa.
  

22.- Haga lo que pueda por su hijo/a, el esfuerzo y el cariño siempre tiene recompensa.

23.- Permita a su hijo equivocarse y rectificar. Evite sentirse decepcionado/a ante el primer fracaso.

24.- Piensen que son ustedes un buen padre y una buena madre, la perfección no existe.


EN LOS ESTUDIOS: 

1.-  Procure que su hijo/a lleve una vida ordenada y descanse el tiempo necesario. Aconséjele sobre la planificación en los estudios. Antes de buscar ayuda para su hijo/a en los estudios analice si se esfuerza lo suficiente y valore sus problemas concretos.

2.- Ofrézcale su colaboración, pero no haga nada que él pueda hacer sólo.

3.-  Motívele elogiando sus esfuerzos, valorando sus cualidades personales (todos tenemos alguna) y aceptando sin desánimo sus limitaciones. Propóngale metas y esfuerzos realistas.

4.- No oculte información al tutor/a . Analice la información que le dan.

5.- Trate a cada hijo con iguales normas, pero valorando sus diferentes formas de ser.

6.- No compare a sus hijo/a con otras personas o familiares.

7.- Preocúpese por él/ella como persona, no sólo como estudiante.

8.- Critique o corrija sus fallos (lo concreto), pero nunca su persona (por ejemplo “eres un desastre”).

9.- Evite proyectar sobre sus hijos sus éxitos o fracasos vitales.

10.- Oriéntele, pero evite imponerse en las opciones académicas de su hijo/a.

11.- Tenga una visión positiva de la vida, las personas y de su hijo/a.








sábado, 6 de octubre de 2012

Plan de Acción Tutorial



El Plan de Acción Tutorial  es el marco en el que se especifican los criterios para la organización y las líneas prioritarias de funcionamiento de la acción tutorial en el Instituto. 
Aquí te ofrezco un enlace donde tú podrás ver ´como estás y en que puedes fallar a la hora de estudiar. Para eso solo tienes que pinchar aquí

El Rap de la Educación 2.0

Empezamos


En este curso 2012-2013, inicio desde el IES Beatriz de Suabia, una nueva andadura y con este blog quiero mostrar al mundo entero todas aquellas experiencias, reflexiones y actividades que iremos realizando en las distintas tutorías, coordinados por el Departamento de Orientación.También se convierte en una recopilación de recursos educativos, webs y TICs. Deseamos que todos participéis en él. 

Empezamos...